Comenzamos poniendo en una picadora o en un recipiente apto para batidora, 2 dientes de ajo, un trozo de 2 o 3 centímetros de jengibre fresco y 3 cucharadas de agua.
Trituramos hasta conseguir una especie de pasta. Podéis pasarlo más o menos según vuestro gusto. Reservamos.
En una sartén honda o en una cazuela, ponemos a fuego suave 4 cucharadas de aceite de oliva.
Para aromatizar ese aceite, echaremos 1 cucharadita de cominos molidos de la marca Laybé, una cucharadita de cilantro en grano de la marca Laybé y una hoja de laurel.
Removemos bien para que el aceite coja todo el sabor durante un par de minutos.
Echamos 1 cebolla bien picada y dejamos que se cocine. No debe dorarse, debe pocharse ligeramente.
Una vez la cebolla se esté pochando, añadimos una cucharada de la pasta de ajo y jengibre que habíamos preparado y mezclamos.
Pasados un par de minutos de cocinado, añadimos una cucharada de la mezcla Garam masala de la marca Laybé.
También echamos una cucharadita de cúrcuma molida de la India de la marca Laybé.
Añadimos media cucharadita de sal.
Además, vamos a echar 210 gramos de tomate triturado de Conservas Lodosa.
Removemos bien mientras se cocina a fuego medio unos 5 minutos.
Pasado ese tiempo, añadiremos un frasco entero de garbanzos cocidos de Conservas Lodosa. Antes de echarlos, escurrid el caldo del frasco, pero no es recomendable lavarlos.
Removemos bien para que se mezclen todos los ingredientes.
Vertemos unos 200 mililitros de agua, mezclamos y dejamos reducir al menos 15 minutos. Debe quedar un plato caldoso, pero no en exceso.
Cuando esté en su punto, añadimos 2 cucharadas de cilantro fresco picado. Removemos y apagamos el fuego.
Ya solo queda servir el plato, decorar con un poco de cilantro fresco y disfrutar de todo su sabor. Os prometemos que no dejará indiferente a nadie.
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