Comenzamos utilizando un bol grande, al que añadiremos los 5 huevos.
Añadimos los 140 gramos de azúcar y con la ayuda de unas varillas eléctricas montamos los huevos durante unos minutos. Tenemos que batir bien para introducir aire a la masa, verás que el color pasa de un naranja intenso a algo más blanquecino.
Vertemos 120 mililitros de una buena leche entera, como esta de Lacturale.
También, echamos 120 mililitros de aceite de girasol y mezclamos suavemente con unas varillas manuales.
Limpiamos un limón y rallamos su piel directamente en el bol. Dejamos algo de ralladura para decorar el bizcocho.
Con la ayuda de un colador tamizamos 240 gramos de harina y 8 gramos de levadura química. Con unos golpecitos tendremos los dos ingredientes bien tamizados con lo que evitaremos los molestos grumos.
Volvemos a mezclar con unas varillas para integrar bien todo.
Vamos a darle un toque especial con una cucharada de jengibre molido de la marca Laybé. Mezclamos y ya tenemos la masa lista.
Ponemos a precalentar el horno a 180º.
Mientras se calienta el horno, engrasamos con mantequilla el molde.
Vertemos toda la masa y horneamos durante unos 40 minutos. Si pinchamos con un palillo y sale húmedo, lo dejamos unos minutos más.
Mientras, colocamos una bandeja con papel de horno y encima ponemos una rejilla.
Una vez saquemos el bizcocho del horno, lo desmoldamos y lo dejamos enfriar encima de la rejilla.
Con el bizcocho templado, vamos a preparar el glaseado de limón.
En un bol echamos los 120 gramos de azúcar glas.
Ahora, añadimos poco a poco el zumo del limón que usamos para la ralladura. Vamos añadiendo unas pocas cucharadas y mezclando, hasta que consigamos un glaseado líquido, pero con cierto espesor. La textura es más o menos la que ves en imagen.
Como ya tenemos el bizcocho en la rejilla, solo queda verter con cuidado el glaseado. La idea es cubrir toda la parte superior. El exceso caerá abajo.
Simplemente queda añadir la ralladura que hemos reservado antes, o utilizar un nuevo limón. Esto le dará aroma y frescura al bizcocho.
Dejamos endurecer el glaseado… y ya solo queda disfrutar de este riquísimo bizcocho. Verás que es ligero y el toque de limón con jengibre te encantará.
Ingredientes
Instrucciones
Comenzamos utilizando un bol grande, al que añadiremos los 5 huevos.
Añadimos los 140 gramos de azúcar y con la ayuda de unas varillas eléctricas montamos los huevos durante unos minutos. Tenemos que batir bien para introducir aire a la masa, verás que el color pasa de un naranja intenso a algo más blanquecino.
Vertemos 120 mililitros de una buena leche entera, como esta de Lacturale.
También, echamos 120 mililitros de aceite de girasol y mezclamos suavemente con unas varillas manuales.
Limpiamos un limón y rallamos su piel directamente en el bol. Dejamos algo de ralladura para decorar el bizcocho.
Con la ayuda de un colador tamizamos 240 gramos de harina y 8 gramos de levadura química. Con unos golpecitos tendremos los dos ingredientes bien tamizados con lo que evitaremos los molestos grumos.
Volvemos a mezclar con unas varillas para integrar bien todo.
Vamos a darle un toque especial con una cucharada de jengibre molido de la marca Laybé. Mezclamos y ya tenemos la masa lista.
Ponemos a precalentar el horno a 180º.
Mientras se calienta el horno, engrasamos con mantequilla el molde.
Vertemos toda la masa y horneamos durante unos 40 minutos. Si pinchamos con un palillo y sale húmedo, lo dejamos unos minutos más.
Mientras, colocamos una bandeja con papel de horno y encima ponemos una rejilla.
Una vez saquemos el bizcocho del horno, lo desmoldamos y lo dejamos enfriar encima de la rejilla.
Con el bizcocho templado, vamos a preparar el glaseado de limón.
En un bol echamos los 120 gramos de azúcar glas.
Ahora, añadimos poco a poco el zumo del limón que usamos para la ralladura. Vamos añadiendo unas pocas cucharadas y mezclando, hasta que consigamos un glaseado líquido, pero con cierto espesor. La textura es más o menos la que ves en imagen.
Como ya tenemos el bizcocho en la rejilla, solo queda verter con cuidado el glaseado. La idea es cubrir toda la parte superior. El exceso caerá abajo.
Simplemente queda añadir la ralladura que hemos reservado antes, o utilizar un nuevo limón. Esto le dará aroma y frescura al bizcocho.
Dejamos endurecer el glaseado… y ya solo queda disfrutar de este riquísimo bizcocho. Verás que es ligero y el toque de limón con jengibre te encantará.