AutorLaCalidadDelNorteDificultadPrincipianteVamos a elaborar un postre imprescindible del otoño. Vamos a preparar una tarta de calabaza al más puro estilo del día de acción de gracias americano.
Empezamos preparando el puré de calabaza. Para ello, vamos a cortar longitudinalmente una calabaza pequeña, de 1 kilo de peso. Y le quitamos bien todas las semillas en ambas partes.
Ponemos papel de horno en una bandeja, y encima las dos mitades de la calabaza con la piel hacia arriba.
Calentamos el horno a 175 grados y dejamos cocinar la calabaza entre una hora y cuarto y hora y media.
Una vez esté tierna la calabaza, la retiramos del horno y dejamos enfriar. Mientras tanto continuamos con la receta.
En un bol grande echamos 2 huevos enteros y la yema de un tercero.
Añadimos 90 gramos de azúcar moreno y otros 60 gramos de azúcar blanco.
Con la ayuda de unas varillas integramos bien los ingredientes.
Añadimos media cucharadita de sal y 2 cucharaditas completas de una buena canela de la marca Laybé.
También echamos una cucharadita de jengibre molido, un cuarto de cucharadita de nuez moscada molida y otro cuarto de clavo molido.
Añadimos media cucharadita de ralladura de limón y volvemos a integrar los ingredientes con unas varillas, evitando que se formen grumos.
Una vez se haya templado la calabaza y se pueda manipular, sacamos toda la carne con la ayuda de una cuchara y la añadimos a un vaso apto para batidora.
Trituramos bien la calabaza hasta tener un puré. Si aún sigue algo caliente, dejamos que se enfríe.
Añadimos todo el puré de calabaza a la mezcla y volvemos a batir con las varillas hasta tener una masa homogénea.
Vertemos 350 mililitros de nata para montar y volvemos a batir con las varillas.
Usaremos mantequilla derretida para lubricar el molde. Nosotros hemos elegido un molde de 28 centímetros para que quede una tarta bajita.
Colocamos encima del molde la masa quebrada o pasta brisa con cuidado, y la pinchamos con un tenedor.
Vertemos la masa con la ayuda de un cazo, con cuidado de no llenarlo hasta el borde.
Horneamos durante 15 minutos a 220º. Pasado ese tiempo, lo bajamos a 175º y seguimos otros 40-50 minutos hasta que al pinchar con un palillo en el centro de la tarta salga limpio.
Para acompañar a la tarta, montaremos nata, añadiendo un poco de azúcar blanco y batiendo con varillas eléctricas. Cuando tengamos la nata montada, la meteremos en una manga pastelera y podremos añadir un poco a cada porción de tarta que sirvamos.
En nuestro caso, añadimos un poco de nata, espolvoreamos con canela y ya la tenemos lista para ser devorada. ¡Es una tarta deliciosa!
Ingredientes
Instrucciones
Empezamos preparando el puré de calabaza. Para ello, vamos a cortar longitudinalmente una calabaza pequeña, de 1 kilo de peso. Y le quitamos bien todas las semillas en ambas partes.
Ponemos papel de horno en una bandeja, y encima las dos mitades de la calabaza con la piel hacia arriba.
Calentamos el horno a 175 grados y dejamos cocinar la calabaza entre una hora y cuarto y hora y media.
Una vez esté tierna la calabaza, la retiramos del horno y dejamos enfriar. Mientras tanto continuamos con la receta.
En un bol grande echamos 2 huevos enteros y la yema de un tercero.
Añadimos 90 gramos de azúcar moreno y otros 60 gramos de azúcar blanco.
Con la ayuda de unas varillas integramos bien los ingredientes.
Añadimos media cucharadita de sal y 2 cucharaditas completas de una buena canela de la marca Laybé.
También echamos una cucharadita de jengibre molido, un cuarto de cucharadita de nuez moscada molida y otro cuarto de clavo molido.
Añadimos media cucharadita de ralladura de limón y volvemos a integrar los ingredientes con unas varillas, evitando que se formen grumos.
Una vez se haya templado la calabaza y se pueda manipular, sacamos toda la carne con la ayuda de una cuchara y la añadimos a un vaso apto para batidora.
Trituramos bien la calabaza hasta tener un puré. Si aún sigue algo caliente, dejamos que se enfríe.
Añadimos todo el puré de calabaza a la mezcla y volvemos a batir con las varillas hasta tener una masa homogénea.
Vertemos 350 mililitros de nata para montar y volvemos a batir con las varillas.
Usaremos mantequilla derretida para lubricar el molde. Nosotros hemos elegido un molde de 28 centímetros para que quede una tarta bajita.
Colocamos encima del molde la masa quebrada o pasta brisa con cuidado, y la pinchamos con un tenedor.
Vertemos la masa con la ayuda de un cazo, con cuidado de no llenarlo hasta el borde.
Horneamos durante 15 minutos a 220º. Pasado ese tiempo, lo bajamos a 175º y seguimos otros 40-50 minutos hasta que al pinchar con un palillo en el centro de la tarta salga limpio.
Para acompañar a la tarta, montaremos nata, añadiendo un poco de azúcar blanco y batiendo con varillas eléctricas. Cuando tengamos la nata montada, la meteremos en una manga pastelera y podremos añadir un poco a cada porción de tarta que sirvamos.
En nuestro caso, añadimos un poco de nata, espolvoreamos con canela y ya la tenemos lista para ser devorada. ¡Es una tarta deliciosa!
